En un contexto marcado por la incertidumbre global y la necesidad de asegurar la resiliencia del tejido industrial, la nueva Ley de Industria es una herramienta que puede marcar la diferencia en el futuro económico de España.
El sector industrial español acaba de recibir un importante respaldo con la aprobación de la nueva Ley de Industria, un marco normativo que busca modernizar el tejido productivo nacional y reforzar la autonomía estratégica del país. Con esta reforma, el Gobierno pretende incrementar el peso de la industria en el PIB, fomentar la innovación y garantizar la seguridad de las cadenas de suministro en un contexto global cada vez más incierto.